La música es de Prokofiev. El compositor había colaborado con el director de cine ruso Serguei M. Eisenstein en 1938 componiendo la música para la película Alexander Nevski, en 1942 le invitó a componer la banda sonora del film que estaba preparando Iván el Terrible, aceptó inmediatamente. Eisenstein había concebido el film como una trilogía : Iván el Terrible fue estrenada en 1945 con gran éxito, la segunda parte La conjura de los boyardos fue censurada por las autoridades soviéticas, y la tercera se quedó solo en proyecto.
Más tarde, el compositor y director de orquesta Abraham Stasevich reordenó la partitura y propuso a Grigorovich que creara un ballet con esta partitura, pero murió antes de

Se estrenó en el Teatro Bolshoi de Moscú el 20 de febrero de 1975, con Jurij Vladimirov, Natalia Bessmertnova y Boris Akimov como intérpretes principales. Fué un gran éxito.
Está basado en la figura histórica de Iván IV, gran príncipe de Moscú de la dinastía de los Roerich que vivió de 1530 a 1584 y que fue coronado primer zar de Rusia en 1547, es considerado uno de los creadores del estado ruso.
I Acto
Comienza con las fiestas por la subida al trono de Iván IV. Llegan trece muchachas, entre las que debe elegir esposa, la elegida es Anastasia que ya está prometida al poderoso príncipe Kurbsky. La elección política se transforma enseguida en un amor que une para siempre al zar y a la nueva zarina.

El sonido de las campanas emite la señal para el encuentro con los invasores tártaros. Sobre el campo de batalla danzan las alegorías de la muerte y de la victoria. Iván y Kurbsky luchan heroicamente derrotando a los adversarios, mientras Anastasia piensa en su amado, el pueblo y los soldados festejan la salvación de Rusia.
El zar enferma, y los boyardos (nobles terratenientes) se disputan la sucesión. En un gran esfuerzo, Iván se levanta y dispersa a los traidores.
II Acto
Mientras la pareja real disfruta, los boyardos deciden herir al zar envenenando a Anastasia. Anastasia bebe la copa y muere. Kurbsky huye temiendo la venganza del zar. Las ca

Cada una de las identidades coreográficas - Iván, Anastasia, los tañedores de las campanas, los boyardos, el pueblo - posee y conserva durante todo el ballet una especie de contraseña personal, incluso con articulaciones de diferente extensión y modulación: un paso, una figura, un port de bras, un "tic" que lo tipifican y que, al ser presentados como personales vías temáticas, generan variaciones y forman la base para una estructura formal de indudable consistencia.