En la primera etapa este baile era aceptado generalmente por todas las clases sociales. El carácter del baile español fue haciéndose patente en la danza de la época, dentro y fuera de nuestras fronteras. Los bailarines europeos se hacen famosos con nuestro repertorio. Los maestros de danza españoles fueron adquiriendo fama y prestigio social. Ellos fueron los encargados de recoger una naciente escuela internacional de baile español, en cuyo repertorio era imprescindible el bolero.
La segunda etapa sería la de su acceso al mundo de los teatros, como acompañamiento orquestal, tal y como se hacía con las contradanzas y los minuetos. La primera academia de baile se crea en Madrid en 1808, gracias a la propuesta del Marqués de Perales al Ayuntamiento. Se crea así la Academia Oficial de Baile Teatral en defensa de los estilos propios españoles. Este hecho demuestra el gran interés por la danza a un nivel administrativo y político. Otras instituciones tuvieron también su importancia para el desarrollo de la escuela Bolera: el Teatro del Circo de Madrid que funcionó desde 1842, fundó una compañía de Ballet y la Academia Coreográfica (bajo el mecenazgo del Marqués de Salamanca), el Teatro del Liceo de Barcelona y el Teatro Real de Madrid. Este tipo de baile, por su claridad y estabilidad en repertorio y forma, representa la aportación romántica y nacionalista de España al ambiente musical europeo.
La tercera etapa abarca los dos últimos tercios del sigo XX. Mariemma, la ha llamado de "resurgimiento" debido a los grandes bailarines y bailarinas que formaron sus propias compañías privadas desarrollando este tipo de repertorio. La Argentina, Pilar López, los Pericet, Antonio Ruiz Soler, Vicente escudero y la propia Mariemma, cultivaron este género y lo dignificaron.
La Escuela Bolera ha enfrentado, en cierta manera, a dos sectores de la profesión: los que piensan que para interpretarla adecuadamente es imprescindible una formación importante en Danza Clásica y lo que piensan que sus propias variaciones, de carácter genuinamente español, son más que suficientes para formar a sus intérpretes. Quizá lo más acertado sea iniciar al alumno en ambas disciplinas contemporáneamente. Hoy en día, evidentemente, la preparación clásica ya no se discute como beneficiosa y necesaria dado la evolución de esta rama gracias a la técnica.
Hay cuatro formas de interpretación en la Escuela Bolera: la Madrileña, la Gaditana, la Sevillana y la Malagueña. Las diferencias no son grandes y son más bien debidas a los maestros que han influído directamente en otros profesores.
Maestros legendarios fueron Carito, Realito, el maestro Cansion (padre de Rita Hayward), el maestro Coronas, Antonio Boliche, Sebastián Cerezo, Miralles, Paco Reyes, Luis del Río, Mariemma, Joaquín Mediavilla y Pacita Tomás y toda la familia Pericet.